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domingo, 6 de julio de 2014

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?



De niño escuchaba que parte de la eucaristía consistía en la lectura del evangelio, años después una vez renacido y creciendo en la fe seguía escuchando en muchos sermones ese vocablo (transliteración de la palabra griega EUANGUÉLION), oía acerca del mandamiento de ir y predicar el evangelio a toda criatura, así como de sus posibles definiciones y aplicaciones para los tiempos modernos, sin embargo es evidente que hoy día no se tiene claridad acerca de su significado, aunque presentar el evangelio es muy sencillo, Jesucristo es el Hijo de Dios (su divinidad) y a su vez el Hijo del Hombre (su humanidad), fue enviado a este mundo para nacer de una virgen vivir sin pecado, este enviado nació bajo la ley para guardarla, mostró así su justicia y perfección, fue a una cruz donde fue levantado para cargar nuestros pecados y allí murió en nuestro lugar, imputándonos a la vez su justicia. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”(2Co 5:21 RV1960).

En la Cruz Cristo satisfizo la justa ira de Dios, aplacándola para traer paz a todos los que creyeran en él, un Dios infinitamente justo, quien declara que “… de ningún modo tendrá por inocente al culpable” debía proferir para nosotros sentencia de muerte, en vez de esto proveyó para los creyentes, un cordero sin mancha para que fuese la propiciación por sus pecados, mostrando su amor sin dejar de ser justo y Santo, dándonos así el maravilloso beneficio del perdón. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” (Rom 8:1 RV1960)

Como resultado él reconcilió al hombre pecador con el Dios santísimo, Romanos 5:1, es por eso que no hay otro camino para que nosotros podamos tener una relación con un Dios puro y recto, él afirma: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” Juan 14:6. Su muerte trae consigo la redención de los pecadores sacándolos del mercado de esclavos del pecado para hacerlos libres de la influencia del mismo, pasándolos de muerte a vida, concediéndoles salvación gratuita a todos los que invocan Su nombre y creen en él. 

Él no se quedo en la cruz, fue bajado de allí, fue enterrado en un sepulcro nuevo, posesión de un hombre rico y al tercer día, la muerte no pudo contenerlo y aquél que afirmó “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”(Jua 10:17-18 RV1960) se levantó de entre los muertos, salió de la tumba resucitado, viviente, victorioso, Salvador, para mostrarse a sus discípulos y a más de quinientas personas, el mensaje era claro, con su resurrección se evidenciaba que el sacrificio de su muerte había sido aceptado por Dios como pago de nuestro pecados, por lo cual Cristo ascendiendo a los cielos, está ahora sentado a la diestra de Dios Padre y todo aquel que invocare el nombre del Señor y creyere en él, será salvo.

Este redentor resucitado no solo es poderoso para salvar a aquel que pone su confianza en él, sino que tiene el poder para guardar perpetuamente en esta salvación a quienes le han reconocido como salvador. En resumen el evangelio es un mensaje de buenas nuevas: “Hay salvación en Cristo para quien se arrepiente y cree en Jesucristo” pero el pecador no podrá apreciar las buenas noticias, si no conoce las malas noticias: “El hombre sin Cristo está condenado a muerte y a condenación eterna” Juan 3:36. Su condición pecaminosa y corrupta le acompaña desde que nace, por lo cual la humanidad entera esta destituida de la gloria de Dios, es por ellos estamos incapacitados para agradar a un Dios infinitamente santo, puro y perfecto, no hay manera que el hombre pueda ser salvo por su propios meritos. La salvación es un don gratuito, no hay nada que puedas hacer para ganarlo o merecerlo.

El mensaje del evangelio no es la exaltación del hombre, por el contrario lo presenta como culpable y sin excusa frente al soberano y todo poderoso gobernador del universo, que por ser el juez de toda la tierra, juzga conforme a su santa justicia y por ende debe condenar al hombre como retribución a su maldad. Por otro lado el evangelio es la manifestación de la gloria de Dios dando salvación al hombre a través de su gracia como un favor inmerecido, a fin de que Dios sea el justo, y el que justifica a los que son de la fe de Jesús. Romanos 3:26. 

Es pues el evangelio el mayor ofrecimiento que se halla hecho a la humanidad, al rechazarla no hay esperanza alguna para tu alma, quien será llevada cautiva a prisiones eternas, pero si vienes a Cristo el no te echará fuera, te recibirá, Él le lavará, Él te salvará, te abrirá las puertas del cielo para que disfrutes de su gloria por siempre.

El que tiene oídos para oír, oiga.



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